El Cortijo Colmenares, donde se ubica actualmente el Real Guadalhorce Club de Golf, es una hacienda rural cuyo origen se remonta al siglo XVI, aunque su apariencia actual es debida a obras realizadas en el siglo XIX.

En el siglo XVIII esta propiedad aparece como propiedad dedicada al cultivo de secano y se constata la existencia de una vivienda.

A comienzos del siglo XIX pasa a ser propiedad de la familia Larios y la convierten en una gran mansión con reminiscencias inglesas, destacando dentro del conjunto  arquitectónico su capilla de estilo neogótico.

En la segunda mitad del siglo XX el cortijo fue adquirido por D. José Quesada